
Opinión
Explica ideas y extrae conclusiones basadas en la interpretación de hechos y datos.
Gabriela ya no está. Su nombre se suma a la lista de vidas que no debieron apagarse tan pronto. Esta vez no fue un hombre quien la mató, ni un desconocido en la calle. Se presume que fue otra joven, también menor de edad. Y eso nos golpea distinto, porque nos rompe los esquemas. Nos recuerda que la violencia no conoce género, edad, ni excusas.
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