


De un tiempo para acá he escuchado en los noticiarios la defensa de “Me quedé dormido”, como justificación ante uno o más homicidios cometidos por el conductor de un vehículo de motor. Hace poco, un conductor sobrio, según la prueba de alcohol, arrolló a tres personas que participaban en una colecta para un viaje deportivo a Estados Unidos, e invocó la defensa del sueño sobrevenido al volante. Aún no se sabe si fue que se distrajo hablando por teléfono, no durmió lo suficiente o si conducía bajo los efectos de alguna droga, sustancia o medicamento que pudiera haberlo inducido al sueño en momento tan inapropiado. Habrá que esperar por la investigación y los análisis químicos del Instituto de Ciencias Forenses. Estos habrán de revelar la verdadera condición química del cuerpo del conductor y ayudarán a los fiscales a determinar si procede acusarlo o no, y por cuál o cuáles delitos.

Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: