

21 de septiembre de 2025 - 10:40 AM
Hartford - Es difícil contener la emoción cuando se está lejos de lo que se denomina “casa”. Para ellos el concierto fue más que música; fue sanar nostalgias, reconectar con las raíces, celebrar que Puerto Rico está en el foco global y acercarse a una isla en la que, paradójicamente, nunca han vivido.
Este sábado, miles de puertorriqueños en Connecticut -donde el 8% de la población es boricua- cerraron la distancia para disfrutar juntos de “Una más”, el último concierto de la residencia “No me quiero ir de aquí” de Bad Bunny.
El álbum “DeBÍ TiRAR MáS FOToS” ha sido un espacio de reafirmación de la identidad puertorriqueña y un puente de conexión con la isla.
“Es algo que, sinceramente, yo no puedo explicar”, relató Xiomara Colón Rivera a El Nuevo Día.
Colón Rivera, hija de una familia oriunda de Caguas, lleva tatuados en la piel el mapa de Puerto Rico y el coquí taíno. Aunque ella nació en Hartford, iba orgullosa de su herencia y vestida de jíbara este sábado a Matt D’s Bar & Grill, donde se transmitía el concierto en vivo.
“Es un honor ser parte de cómo los puertorriqueños se unen para celebrar momentos como este”, sostuvo Matthew J. Dacosta, propietario del local, en declaraciones escritas.
Como Xiomara, llegaron sobre 100 boricuas más al restaurante que ya estaba ambientado con elementos alusivos a la cultura puertorriqueña y del propio artista: el güiro, la bandera, las sillas blancas de plástico de la portada del álbum, incluso, coquito para brindar.
“Hacer esto fue idea de mi novio, él nació aquí y su familia es de Toa Alta. Yo, en cambio, viví en Gurabo hasta los cuatro años y luego me mudé a Connecticut”, explicó Jovany Rivera, organizadora del evento.
Aunque no es natural de la isla, su pareja, Clide Paton, cargó una pava en su cabeza durante toda la noche y coreó las canciones de principio a fin, con especial fervor cuando Marc Anthony apareció en escena para interpretar “Preciosa”.
“Crecer en un residencial público fue distinto, y ‘DeBÍ TiRAR MáS FOToS’ me ha ayudado a entender muchas cosas históricas que en la diáspora no conocemos, porque estamos un poco alejados”, continuó la coordinadora, quien además es amiga del dueño del negocio.
Definitivamente, la fiesta no solo la definía lo sonoro, sino también lo visual, como las camisas de Bad Bunny, muchas de ellas traídas desde los conciertos en la isla.
“Fuimos a Puerto Rico a uno de los ‘shows’ y no hay nada como verlo en casa. Lo que él hizo fue una obra de teatro, mi corazón estaba contento”, relató emocionado Ángel Gómez.
Su esposa, Grisel Merced, tiene raíces en Salinas, pero nació en Connecticut. Sin embargo, a los ocho años se mudó a Puerto Rico, y luego regresó a Estados Unidos. Concordó con que fue “una experiencia” lo que tuvieron en la función a la que asistieron y que “lo importante es mantener viva la cultura”.
El recuerdo del huracán María, cuyo octavo aniversario se conmemoró este mismo sábado, también se coló en la transmisión, reviviendo la impotencia de aquellos días.
“Fue horrible no poder contactar a mi familia y ver las imágenes. Mi tía perdió su casita... y no tengo palabras”, recordó conmovida Colón Rivera después de que el reguetonero Ñengo Flow subiera a tarima con una camisa y el estampado “4,645”, en referencia a las muertes por el desastre.
Otros “watch parties” similares tuvieron lugar en Humacao Restaurant Bar & Lounge, en Hartford y en The Diamond Club, en Danbury.
En la Universidad de Connecticut (UCONN), la Asociación de Estudiantes Puertorriqueños (PURSA, en inglés) organizó un encuentro con más de 70 jóvenes en el campus de Mainsfield.
“Aquí en UCONN hay una comunidad grande de latinos que es fanática de Bad Bunny y de la cultura puertorriqueña, por eso quisimos crear un espacio para unirnos a verlo”, estableció Allondra Méndez Laroy, copresidenta de PURSA.
Los ánimos de la los boricuas ya están en alto no solo por el concierto. Este domingo, celebrarán la Parada Puertorriqueña y Festival del Coquí en Hartford, el último de los siete festivales boricuas que se hacen cada año en el estado.
Con “Una más”, Bad Bunny culminó su serie de de 30 presentaciones en el Coliseo José Miguel Agrelot en Puerto Rico. De esa manera, “Debí Tirar Más Fotos” arranca su gira mundial el próximo 21 de noviembre en Santo Domingo, República Dominicana, y culmina el 22 de julio de 2026 en Bruselas, Bélgica, en lo que será la primera vez que el artista regresa a cantar en Europa tras varios años.
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