La reina Sofía, de 85 años, fue ingresada en un hospital de Madrid debido a una infección del tracto urinario, informaron fuentes de la Casa Real.

La madre de Felipe VI se encuentra “en observación” en la clínica Ruber Internacional y su evolución está siendo “muy rápida y favorable”, aseguraron las fuentes.

Su última aparición en público fue el pasado lunes en el funeral de su sobrino Fernando Gómez-Acebo, en Madrid, al que asistieron Juan Carlos I y las infantas Elena y Cristina.

El fin de semana, además, asistió a la boda de la aristócrata Teresa Urquijo y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Aunque no acudió a la iglesia de los Jesuitas, en la madrileña calle Serrano, la reina Sofía se reunió directamente con los novios en la finca El Canto de la Cruz. Allí se reencontró con Juan Carlos, quien viajó a Madrid el pasado viernes. También estaban sus hijas y algunos de sus nietos.

El domingo, Sofía reunió a parte de familia en el Palacio de la Zarzuela para un almuerzo. Su ingreso hospitalario tuvo lugar anoche, cuando Juan Carlos ya no se encontraba en Madrid. El re emérito abandonó España el lunes por la tarde, una vez concluido el funeral de su sobrino.

Según informó El Mundo, Sofía tenía previsto trasladarse el próximo viernes, 12 de abril, hasta Huesca para conocer la labor que el Banco de Alimentos realiza en la ciudad. Sin embargo, ese compromiso ha sido anulado.

En los últimos tiempos, Felipe VI ha estado preocupado por su madre, que si bien siempre mantiene una salud de hierro sí ha pasado varios baches emocionales. La pérdida de su hermano Constantino fue un mazazo para Sofía y, por supuesto, el delicado estado de salud de su hermana Irene de Grecia, que tiene Alzheimer.