Un juez federal está evaluando una solicitud de la administración de Donald Trump para revelar los registros de la vigilancia del FBI a Martin Luther King Jr., archivos que los familiares del líder de los derechos civiles quieren mantener bajo secreto.

El juez de distrito de Estados Unidos, Richard Leon, en Washington, D.C., dijo durante una audiencia el miércoles que quiere ver un inventario de los registros antes de decidir si el gobierno puede revisarlos para su posible divulgación al público.

“Esto es delicado”, dijo Leon. “Vamos a ir despacio. Pequeños pasos”.

Los abogados del Departamento de Justicia le han pedido a Leon que ponga fin a una orden de secreto para los registros casi dos años antes de su fecha de vencimiento. Un abogado del departamento dijo que la administración solo está interesada en divulgar los archivos relacionados con el asesinato de King.

La Conferencia de Liderazgo Cristiano del Sur (SCLC, por sus siglas en inglés), que King dirigió, se opone a que se revelen los registros por razones de privacidad. Los abogados de la organización dijeron que los familiares de King también quieren mantener los archivos bajo secreto.

En 1977, una orden judicial ordenó al FBI recopilar registros sobre su vigilancia y monitoreo de King y entregarlos a la Administración Nacional de Archivos y Registros. La orden requería que los registros permanecieran bajo secreto durante 50 años, hasta el 31 de enero de 2027.

En enero, el presidente Donald Trump ordenó a la fiscal general Pam Bondi que revisara y divulgara públicamente los documentos sobre el asesinato de King “porque el pueblo estadounidense tiene interés en la total transparencia sobre este evento histórico clave”, escribieron los abogados del gobierno.

“Para maximizar este objetivo de transparencia, los registros sellados en este caso deberían ser parte de la revisión del fiscal general”, agregaron.

Los abogados de SCLC dijeron que el FBI trató de desacreditar a King y a su organización mediante la intervención ilegal de la casa de King, las oficinas de SCLC y las habitaciones de hotel donde King se reunió con otros funcionarios de SCLC. La divulgación de los registros de esas grabaciones es contraria a los intereses de SCLC, la familia King y el público, argumentaron los abogados.

“Desde su inicio, este caso ha tratado sobre el exceso de poder del gobierno”, dijo la abogada de SCLC, Sumayya Saleh.

El abogado del Departamento de Justicia, Johnny Walker, dijo que la administración no tiene intención de divulgar ninguna comunicación personal o registro privilegiado contenido en los archivos.

“Afortunadamente, no estoy aquí para defender las acusaciones en la denuncia subyacente”, dijo Walker al juez.

Nadie involucrado en el litigio sabe lo que hay en los archivos y si algo de eso se relaciona con el asesinato de King.

“Podría ser fácil. Podría no haber nada, y entonces todos nos vamos”, dijo Walker.

“No va a suceder de la noche a la mañana”, dijo el juez. “El tribunal se va a mover con mucho cuidado”.

King fue asesinado a tiros el 4 de abril de 1968 mientras estaba de pie en el balcón de un motel en Memphis, Tennessee.

En 1976, SCLC y Bernard Lee, quien fue asistente ejecutivo de King en la organización, presentaron una demanda para impugnar la legalidad de la vigilancia del FBI. La orden judicial de 1977 requirió que el FBI compilara registros de sus operaciones de escuchas telefónicas, entre 1963 y 1968, en la casa de King y en las oficinas de SCLC en Atlanta y Nueva York.

Bernice King, la hija menor del líder de los derechos civiles, dijo en una presentación judicial que espera que los archivos se sellen o destruyan permanentemente.

“Es incuestionable que mi padre era un ciudadano privado, no un funcionario electo, que gozaba del derecho a la privacidad que debería otorgarse a todos los ciudadanos privados de este país”, dijo. “No solo ser vigilado injustificadamente, sino que los supuestos archivos de vigilancia se hagan públicos sería una burla a la justicia”.

La orden ejecutiva de Trump del 23 de enero también pedía la desclasificación de los registros sobre los asesinatos del presidente John F. Kennedy y el senador Robert F. Kennedy.