El multimillonario Elon Musk, en una entrevista amistosa con su ayudante e influencer conservadora Katie Miller, dijo que sus esfuerzos al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, en inglés) sólo tuvieron “cierto éxito” y que no lo volvería a hacer.

El CEO de Tesla y SpaceX, que también es propietario de la plataforma de medios sociales X, aún defendió ampliamente la controvertida agencia emergente del presidente Donald Trump que Musk abandonó en primavera antes de que se cerrara oficialmente el mes pasado. Sin embargo, Musk lamentó lo difícil que es rehacer rápidamente el Gobierno federal y reconoció lo mucho que sufrieron sus negocios por su trabajo en DOGE y su falta de popularidad.

“Tuvimos un poco de éxito. Tuvimos algo de éxito”, dijo a Miller, que en su día trabajó como portavoz del DOGE encargado de vender el trabajo de la agencia al público.

Cuando Miller preguntó a Musk si volvería a hacerlo, respondió: “No lo creo. ... En lugar de hacer DOGE, habría, básicamente, construido ... trabajado en mis empresas”.

Casi con nostalgia, Musk añadió: “No habrían quemado los coches”, en referencia a las protestas de los consumidores contra Tesla.

Aun así, las cosas ciertamente han cambiado para Musk desde su salida de la administración de Trump. Los accionistas de Tesla aprobaron un paquete salarial que podría convertir a Musk en el primer trillonario del mundo.

Musk habló como invitado en el “Podcast de Katie Miller”, que Miller, casada con Stephen Miller, uno de los principales asesores de Trump, puso en marcha tras dejar su empleo en el Gobierno para trabajar para Musk en el sector privado. Los dos se sentaron en sillas frente a frente en una conversación que duró más de 50 minutos y abarcó temas desde DOGE hasta las ideas de Musk sobre la IA, las redes sociales, las teorías de la conspiración y la moda.

Miller no presionó a Musk sobre los entresijos de la DOGE y la controvertida forma en que se hizo cargo de las agencias federales y los sistemas de datos.