Con la intención de ofrecer un mensaje uniforme sobre la necesidad de promover una “diversificación” de las fuentes energéticas y atajar la “polarización” en la discusión pública, los principales productores de electricidad del país –incluyendo a Genera PR, administrador de la flota de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE)– se constituyeron en la Alianza Pro Desarrollo Energético de Puerto Rico (ADEPR), una entidad que, según sus líderes, aspira a intervenir en el desarrollo de las políticas que seguirá este sector.

Junto a Genera PR, la ADEPR está conformada, de momento, por las cogeneradoras EcoEléctrica y AES Puerto Rico, así como por Ciro Energy, empresa que desarrolla dos fincas solares en Salinas y, una tercera, en Guayama.

“Llevamos meses en conversaciones de cómo podíamos trabajar para dejar un Puerto Rico mejor y armonizar las diversas fuentes de energía y generación que hay disponibles para trabajar en conjunto en temas de educación y política pública. (Se busca) servir como un ‘sounding board’ (ente orientador) y, a la misma vez, llevar ese mensaje de unidad. Creo que se ha visto mucho una polarización de si (se utilizan fuentes) renovables o si son fósiles, y creo que la idea de esta organización es dejar saber que todas las fuentes, trabajando de manera integrada, son necesarias para tener una generación confiable, asequible y sostenible”, planteó Iván Báez, vicepresidente de Asuntos Públicos de Genera PR y quien fungirá como presidente de la nueva agrupación.

Báez señaló que, si bien la recién creada organización está compuesta por cuatro empresas, el objetivo es continuar sumando integrantes. El ejecutivo de Genera PR no descartó que, en el futuro, pueda incluirse a LUMA Energy, como operador de la red eléctrica.

“Básicamente, en estos momentos, es una organización enfocada en generación y, eventualmente, van a venir muchos miembros afiliados que vamos a invitar, (como) asociaciones y productores”, dijo Báez, quien el martes aprovechó su participación durante un foro para invitar a la Cámara de Comercio, como parte de la convención que esa entidad celebró esta semana.

En entrevista junto a Báez, el presidente de AES Puerto Rico, Jesús Bolinaga, señaló que este tipo de organizaciones existe en otros países, entre los que mencionó Argentina y la República Dominicana, donde la empresa tiene presencia.

“Existen organizaciones que lo que hacen es poner el talento a disposición de los estados para que puedan tomar las mejores decisiones y no desbocarse a ir a una transición que, al final, lo que vas a hacer es afectar al cliente subiéndole los precios”, comentó el principal oficial ejecutivo de AES Puerto Rico, cuya planta de carbón en Guayama cerrará a finales de 2027, pero que ya encamina la construcción de dos fincas solares, al tiempo que licita para obtener contratos para desarrollar, al menos, dos proyectos adicionales de energía renovable a gran escala.

Báez descartó que el interés de la ADEPR sea retrasar la consecución de los objetivos de energía renovable fijados por ley, que delinean una serie de metas intermedias hasta alcanzar el 100% para 2050. Sin embargo, planteó que, ante el incumplimiento que se anticipa con el objetivo de un 40% para 2025 –cuando el país ronda el 5%–, es necesario “recalibrar” la transición.

“Fue un objetivo ambicioso, positivo, se busca la mejor intención. Al ver que no se están alcanzando, se hace un llamado a recalibrar, y creo que esa es la parte importante: cómo lo hacemos, aprendiendo que hubo un objetivo agresivo, unas metas, pero que hay que revisitarlas de una manera lógica, sensata y sin buscar echarle culpas a nadie”, manifestó.

El cumplimiento con la política pública energética es guiado por el Plan Integrado de Recursos, que aprueba el Negociado de Energía de Puerto Rico, un documento que, al presente, está bajo su revisión periódica.

En su portal web, la ADEPR menciona que, para el sector de generación, se proyectan inversiones ascendentes a $8,000 millones, de los cuales la mitad provendrían de entes privados. Bolinaga, por ejemplo, informó que AES Puerto Rico, a través del desarrollo de nuevos recursos de generación que totalizarían cerca de 1,400 megavatios de capacidad –incluyendo baterías de almacenamiento–, prevé invertir unos $3,500 millones.

Ambos empresarios insistieron, en la entrevista con El Nuevo Día, en el concepto del “trilema energético”, que en el argot de la industria hace referencia a los esfuerzos para desarrollar un sistema confiable, costo efectivo y ambientalmente sostenible.

“Si hoy nos vamos todos derechito a mejorar, por ejemplo, algo en el sistema, que lo que hace es agregar costos o va a desmejorar la confiabilidad, eso no tiene ningún sentido”, acentuó Bolinaga, al señalar como un reto la sustitución de la energía que AES aporta actualmente, por tratarse de la generación con el menor costo para la AEE.

“Aquí, no estamos defendiendo una tecnología específica, no estamos diciendo que se va a violentar la ley; al contrario, estamos apoyando aquí la ley. Estamos dispuestos a poner todo nuestro talento para que sea una transición hasta el nivel que corresponda, pero sin afectar el trilema”, subrayó el ejecutivo.