

21 de noviembre de 2025 - 10:49 AM

Las sanciones estadounidenses contra las dos mayores petroleras rusas, Rosneft y Lukoil, cuyo impacto en forma de reducción de las exportaciones a China e India ya se nota en la economía nacional, entraron en vigor este viernes, justo cuando se está negociando un nuevo plan de paz para Ucrania.
El Departamento del Tesoro asegura que las restricciones ya han logrado, desde su anuncio el 22 de octubre, reducir sensiblemente las exportaciones de hidrocarburos y, por tanto, minar la capacidad de Moscú de “financiar la guerra contra Ucrania”.
Estas son las primeras sanciones adoptadas por la Casa Blanca contra el Kremlin desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegara al poder en enero pasado.
El líder ruso, Vladímir Putin, descartó tanto que la medida vaya a tener un impacto negativo en la industria petrolera como que las presiones le vayan a hacer detener la guerra en Ucrania, pero Trump está convencido de que, si Moscú no cesa las hostilidades, la economía rusa sentirá los efectos adversos en un plazo de seis meses.
El Tesoro estadounidense reveló esta semana en un informe que el precio del petróleo ruso Urals se ha desplomado más de un 21% desde el anuncio de las sanciones.
De hecho, la diferencia entre el precio del barril de Urals ($36) y el de Brent es de más de $20, la mayor desde principios de 2023.
Como consecuencia, los ingresos semanales rusos por exportaciones de crudo, que casi alcanzaban los $1,500 millones da finales de octubre, han caído también ahora un 20%.
Además, cerca de una docena de compañías chinas e indias -destino del 90% de las exportaciones por vía marítima- han reducido notablemente las importaciones -algunas cesado completamente- o expresado su intención de suspender las compras de cara a diciembre.
Según el diario New York Times, los últimos petroleros rusos con crudo para las refinerías indias partieron del mar Negro hace cuatro semanas con el fin de atracar en puertos del país asiático antes de hoy, viernes.
JP Morgan estima en que un tercio de las exportaciones rusas se encuentra dentro de petroleros sin destino.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, estimó en un 20 %-30 % la reducción de los ingresos ruso debido a las sanciones, mientras Zelenski habló de $5,000 millones mensuales en pérdidas.
Al mismo tiempo, Estados Unidos concedió a Lukoil una prórroga hasta el 13 de diciembre para vender sus activos en el extranjero, cuyo valor los expertos estiman entre $14,000 y más de $20,000 millones.
Según la prensa, las estadounidenses Chevron y Carlyle han mostrado interés después de que el grupo suizo Gunvor, cercano al Kremlin, renunciara tras ser acusada por Washington de ser una “marioneta del Kremlin”.
Bulgaria, que adquirió los activos de la petrolera rusa en el país, recibió también una prórroga hasta el 29 de abril.
La vecina Rumanía expresó su intención de hacerse con el control de la refinería de Lukoil para evitar el despido de 5,000 operarios, mientras la filial finlandesa de la petrolera privada rusa Teboil anunció planes de cesar las operaciones de su cadena de gasolineras.
Según los analistas, Rosneft, corporación estatal creada con la expropiación de Yukos tras la caída en desgracia del magnate Mijaíl Jodorkovski, cuenta con muchos menos activos en el extranjero, aunque con intereses en Alemania, Irak e India.
Alemania también recibió una prórroga de seis meses para seguir operando las refinerías de Rosneft en el país. Se desconoce qué ocurrirá con la refinería india Nayara Energy, cuyo 49% pertenece a la petrolera rusa.
A su vez, las actuales sanciones podrían no ser las últimas. Y es que hace menos de una semana Trump anunció que apoyará la iniciativa del Congreso de imponer “sanciones severas” a “cualquier país” que haga negocios con Rusia, con la excepción de Hungría, aliada de Washington.
El republicano Lindsey Graham y el demócrata Richard Blumenthal impulsan una iniciativa para imponer aranceles a países que importan hidrocarburos rusos y sanciones secundarias para expresas extranjeras que ayudan a la producción de energía en Rusia.
Aunque, según la prensa, Trump puso como condición tener la última palabra a la hora de aplicar las sanciones, es decir, a retirarlas si Putin atiende a razones.
Por su parte, la alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas, adelantó que Bruselas está estudiando nuevas medidas contra la flota fantasma rusa para evitar que eluda las restricciones occidentales.
De hecho, sugirió que dichas medidas no tienen que formar parte de nuevas sanciones contra el Kremlin, lo que permitirá a los países ser “más ágiles” y no esperar por el vigésimo paquete.
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