El Reino Unido sancionó a la agencia de inteligencia militar rusa GRU y citó al embajador de Moscú el jueves, tras la conclusión de una investigación que responsabilizó al presidente Vladimir Putin de un ataque con agente nervioso en suelo británico en 2018.

El gobierno declaró que el GRU estaba siendo sancionado en su totalidad por actos “imprudentes”, incluyendo el ataque en la ciudad de Salisbury dirigido contra Sergei Skripal, exoficial del GRU que estuvo encarcelado en Rusia en 2006 por espiar para Gran Bretaña. Fue liberado como parte de un intercambio de espías en 2010 y se estableció en el Reino Unido.

Skripal y su hija Yulia Skripal enfermaron gravemente en marzo de 2018 tras estar expuestos al agente nervioso Novichok, que había sido untado en la manija de la puerta principal de la casa del exespía. Un agente de policía, Nick Bailey, también enfermó. Los tres sobrevivieron.

Tres meses después, la británica Dawn Sturgess, de 44 años, y su pareja Charlie Rowley se desmayaron tras encontrar un frasco de perfume desechado que contenía Novichok. Sturgess se roció el contenido del frasco en la muñeca y falleció días después. Rowley sobrevivió.

Moscú ha negado cualquier implicación en los envenenamientos. En 2018, Putin calificó a Sergei Skripal de “un simple canalla” sin interés para el Kremlin.

El exjuez del Tribunal Supremo del Reino Unido, Anthony Hughes, quien dirigió la investigación sobre la muerte de Sturgess, declaró que el intento de asesinato de Sergei Skripal “debió haber sido autorizado al más alto nivel por el presidente Putin”.

Concluyó que Sturgess fue “víctima inocente de un intento por parte de agentes de una organización estatal rusa de llevar a cabo un asesinato en las calles de Salisbury utilizando un agente nervioso altamente tóxico”.

La familia de Sturgess afirmó que murió como “consecuencia directa del cruel y cínico intento de Rusia de asesinar a Sergei Skripal”. Sin embargo, afirmaron que la incapacidad de las autoridades británicas para evaluar la gravedad de la amenaza que enfrentaba Skripal “puso en riesgo al público británico y provocó la muerte de Dawn”.

“No se realizó una evaluación de riesgos adecuada de Skripal, pero tampoco se implementaron medidas de protección”, declararon en un comunicado. “Esto es una grave preocupación, tanto para nosotros ahora como para el futuro”.

Gran Bretaña ha acusado a tres presuntos agentes del GRU por el ataque a los Skripal, pero el Reino Unido no tiene un acuerdo de extradición con Rusia, por lo que hay pocas posibilidades de llevarlos a juicio.

Novichok es una clase de agente nervioso de grado militar desarrollado por la Unión Soviética al final de la Guerra Fría. Expertos occidentales en armas creen que solo se fabricó en Rusia, aunque Moscú ha afirmado que Estados Unidos, el Reino Unido y otros países tienen la experiencia necesaria para fabricarlo.

El anuncio de sanciones del Reino Unido también nombró a ocho presuntos oficiales de inteligencia militar cibernética por trabajar para el GRU. El Ministerio de Asuntos Exteriores británico afirmó que atacaron a Yulia Skripal con malware cinco años antes del ataque con Novichok. El primer ministro Keir Starmer afirmó que los hallazgos de Hughes evidenciaban la “impactante e imprudente actividad hostil de Rusia en territorio británico”.

“También refuerza la necesidad de permanecer alerta ante la amenaza cada vez más presente de Putin y de Rusia”, declaró durante una visita a una base aérea en Escocia junto con el líder de Noruega.

Starmer añadió: “Hemos estado discutiendo con el personal el trabajo que están realizando para mantenernos a salvo de las amenazas rusas, especialmente en nuestras aguas”.