Tokio — Shigeko Kagawa, una doctora retirada de 114 años de la prefectura de Nara, se ha convertido en la persona viva más longeva de Japón, tras el fallecimiento de Miyoko Hiroyasu, de 114 años, según el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón.

Kagawa, un símbolo de la extraordinaria longevidad de Japón, se graduó de la escuela de medicina antes de la Segunda Guerra Mundial, sirvió en un hospital en Osaka durante la guerra y luego dirigió la clínica de su familia como obstetra y ginecóloga. Se retiró a los 86 años.

A los 109 años, Kagawa se convirtió en una de las portadoras de la antorcha de mayor edad en la historia olímpica durante el relevo de la antorcha de Tokio 2021.

Según MBS News, una televisión local, citando a su familia, ella no está haciendo nada fuera de lo común para mantenerse saludable. Mantiene una rutina regular, acostándose y despertándose a horas fijas, y come porciones pequeñas, pero siempre toma tres comidas adecuadas al día.

Su predecesora como la persona más longeva de Japón llevó una vida igualmente activa. Nacida en 1911, Hiroyasu estudió arte en Tokio, enseñó en la prefectura de Hiroshima y crió a tres hijos.

Falleció en una residencia de ancianos en la prefectura de Oita, donde pasaba los días leyendo periódicos, dibujando y jugando a las cartas.

‘Estoy agradecida de estar sana’, dijo en su 113 cumpleaños.

A pesar de una disminución general de la población, la población anciana de Japón sigue creciendo. Al 1 de septiembre de 2024, un récord de 36 millones de personas, el 29% de la población, tenían 65 años o más, la proporción más alta de personas mayores en el mundo. Las personas de 80 años o más ahora representan el 10% de la población, según el Ministerio del Interior y Comunicaciones.

Hay 95,119 centenarios en todo el país.