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Tolerancia cero al ruido innecesario
Los alcaldes, legisladores y el gobernador tienen que acabar con este libertinaje ya y convertir el combatir el ruido innecesario en agenda de salud pública urgente. Además, hay que proveer a la Policía y a la Junta de Calidad Ambiental las herramientas de medición de decibeles para detener y confiscar los carros, motoras y bocinas que generan el ruido, escribe Eduardo Bhatia.
Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente del autor y no reflejan las opiniones y creencias de El Nuevo Día o sus afiliados.