Durante 80 minutos, agentes entrenados para enfrentar emergencias, algunos protegidos por chalecos antibalas, armas largas y escudos, esperaron resguardados en un pasillo o detrás de paredes mientras un sujeto armado con un rifle de combate se ensañaba a mansalva contra estudiantes de una escuela elemental en Texas. Mató a 19 alumnos y dos maestras.