Restaban 1:13 minutos en el cuarto parcial cuando Carlos Arroyo recibió una dura falta de Dwyane Wade durante la eventual e histórica victoria de Puerto Rico sobre Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

Acto seguido, Arroyo atinó sus dos tiros libres para extender la ventaja en ese momento a 87-68, siendo sustituido por el dirigente Julio Toro.

Fue entonces cuando, abrazado por su compañero Elías “Larry” Ayuso, el armador boricua se agitó su camiseta en un gesto que quedó inmortalizado en la historia del deporte puertorriqueño y el básquetbol olímpico.

¿Tuvo dedicatoria especial?

En la imagen, pareciera como si Arroyo observara fijamente a Wade mientras se sacude el dorsal de Puerto Rico, que terminó prevaleciendo en aquel encuentro por marcador de 92-73.

Toro y el también entrenador asistente Flor Meléndez, rememoraron aquel momento.

“Lo vimos todos porque el problema era que, cuando comenzamos a sacar la ventaja, Wade empezó a maltratar a Carlos (Arroyo) en el juego”, dijo Meléndez a El Nuevo Día.

“A ‘cañonearlo’ como decimos acá. Era la rabia que tenían esos jugadores... Y Carlos los seguía castigando. Por eso en su momento, cuando va salir del juego, le enseña la camisa directamente”, agregó. “Es un momento que pasa rápido, casi sin pensarlo. Quedará grabado en la historia de nuestro baloncesto”, sostuvo Meléndez.

Toro, quien aseguró nunca haberle preguntado directamente por el gesto a Arroyo, también abundó en el tema.

“Fue tan frustrante quitarle la bola a Carlos, que lo dejaron de hacer rapidito”, añadió Toro, máximo ganador en la historia del Baloncesto Superior Nacional (BSN) con 12 campeonatos.

“Yo no me di cuenta en el momento del gesto y tampoco lo abordé sobre eso, pero Wade trató de jugar duro con él... Así que luego, al final, Carlos tuvo esa oportunidad de echarse fresco con la camisa”, apuntó Toro.

Durante una entrevista en 2014 para el décimo aniversario con el periódico Primera Hora, Arroyo se expresó al respecto.

“No se la enseñé a nadie. La cámara toma como si yo hubiese estado, como decimos acá, frontéandole a Wade, pero no fue así. Yo creo que la cámara tomó el último momento”, explicó Arroyo.

“Yo estaba en la cancha disfrutando ese momento de orgullo para mí. Dejándole saber al mundo que Puerto Rico llegó. Fue algo grande para el equipo. Lleno de emoción, alegría. Esa fue la reacción que tuve en el momento”, sentenció.

Arroyo y Wade coincidieron luego en el Heat de Miami en la temporada 2009-10, así como también la mitad de la campaña de 2010-11.

Durante los últimos años, ambos han mostrado a través de las redes sociales que gozan de una buena amistad fuera de cancha.

Arroyo terminó aquel encuentro contra Estados Unidos con 24 puntos, siete asistencias y cuatro rebotes.