Las Criollas de Caguas no tenían derecho a firmar a ninguna jugadora refuerzo para el sexto juego de la serie semifinal A de la Liga de Voleibol Superior Femenino (LVSF) ante las Mets porque el reglamento no lo permitía, alegó el apoderado de Guaynabo.

Ese es el argumento que tiene paralizada la serie final entre las Criollas, que vencieron a las Mets en la semifinal, y las Cangrejeras de Santurce por orden del Comité Olímpico de Puerto Rico (Copur), que atiende un recurso de protesta sometido por la franquicia de Guaynabo.

El reclamo de Guaynabo fue declarado ‘no ha lugar’ por el director de torneo, José “Picky” Servera, y luego por el presidente de la Federación Puertorriqueña de Voleibol, César Trabanco.

Y entonces, este martes en la mañana llevaron el caso ante el Copur, que decidió paralizar el comienzo de la final y le otorgó 24 horas a la gerencia de las Criollas y a la Federación para responder al reclamo de las Mets.

La final entre las Criollas y las Cangrejeras estaba en agenda para arrancar este martes en la noche en Caguas.

El apoderado de las Mets, Luis López Luna, aclaró también que solicitó al Copur que el sexto juego sea confiscado a favor de las Mets, que perdieron 3-1 para eliminarse, y que la serie se reanude con un séptimo y decisivo encuentro.

López Luna explicó que Caguas no tenía derecho a una nueva refuerzo en el sexto compromiso porque el reglamento solamente permite por equipo una sustitución de importada en la postemporada, siempre y cuando sea por una que esté activa.

Y añadió a su favor que Caguas venía jugando ilegalmente desde el primer juego de la semifinal porque comenzó esa etapa con una nueva refuerzo -en la figura de Lauren Matthews- sin sustituir a la que tenía activa.

Caguas terminó la fase regular con una sola refuerzo en Kristin Lux. En la regular también contó con Julie Oliveira Souza, quien apenas participó en nueve partidos antes de ser dejada en libertad. Cada equipo tiene derecho a tres importadas.

Y al inicio de la semifinal, Caguas contrató a una segunda refuerzo en Matthews, quien jugó los primeros dos partidos ante las Mets antes de salir lesionada.

En ese instante, López Luna dijo que decidieron no protestar la entrada de Matthews.

“No le dimos importancia entonces. Tenían una refuerzo antes de comenzar la semifinal y agregaron otra en la semifinal. Una más que más da”, dijo López Luna, a El Nuevo Día.

Sin embargo, las Criollas contrataron a dos nuevas importadas para el sexto desafío de la semifinal en Guaynabo. Fue así que llegaron las jugadoras Kath Bell y Temi Thomas-Ailara, y las Criollas cerraron la serie a su favor, 4-2. Una de ellas reeemplazó a la lesionada Matthews.

“Pero luego nos trajeron dos refuerzos nuevas más. No me puedes hacer eso”, prosiguió López Luna.

Caguas, por su lado, alega que actuó acorde a reglamento y con la aprobación de la Liga y del director del torneo, José Servera, quien es abogado de profesión.

“Nosotros actuamos con lo que nuestro apoderado dicta y nuestro apoderado hace sus movidas con la aprobación de la liga”, dijo el dirigente de las Criollas, Juan Carlos Núñez, a este medio.

Guaynabo también contrató a una refuerzo para ese sexto juego. Pero López Luna defendió su movida al explicar que el equipo no había hecho ninguna sustitución en la postemporada y que la jugadora refuerzo lo hizo en sustitución por una importada que estaba activa.

El recurso de protesta de las Mets fue sometido con objetivo de llegar al Tribunal Apelativo y de Arbitraje Deportivo (TAAD), pero será atendido por el Comité Ejecutivo del Copur, que es sombrilla del TAAD.

El Comité Ejecutivo es presidido por Sara Rosario, presidenta del Copur. Del Ejecutivo se tiene que excusar su secretario general, Carlos Beltrán, quien trabaja para las Cangrejeras de Santurce, que son una de las finalistas. Son siete miembros en el Ejecutivo.

La Federación no ha reaccionado a este diario en torno a la controversia. Su vicepresidente José Marxuach dijo que tenían en agenda reunirse.