

8 de diciembre de 2025 - 11:10 PM


“Yo quise ser músico toda mi vida y no me arrepentiría nunca de haber escogido la música para vivir, y que sea parte de mi vida”.
Esa afirmación fue la que el fundador, director, y propietario de El Gran Combo de Puerto Rico, Rafael Ithier Natal esbozó en el 2017, resumiendo una vida de 99 años en la que forjó un legado excepcional, tanto en Puerto Rico como en el resto del mundo.
La distintiva voz del “mulato mayor” se apagó el sábado 6 de diciembre, y aunque su piano se silenció, su grandeza y estatus como referente en la historia de la salsa desde la mitad del siglo XX hasta el presente es indeleble. Prueba de ello perdura mediante las icónicas canciones de El Gran Combo de Puerto Rico, que el público todavía escucha al día de hoy.
Ithier Natal fundó la institución embajadora de nuestra monoestrellada, El Gran Combo de Puerto Rico, el 26 de mayo de 1962. Lo hizo con la misión de crear un sonido único, irrepetible; distante a la exitosa agrupación Cortijo y su Combo (en la que Ithier Natal participó), y que fuera exclusivamente puertorriqueña.
Ithier Natal falleció el 6 de diciembre de 2025, pero cumplió su objetivo de vivir para la música, siendo nuestro embajador musical, junto a los llamados “Mulatos del Sabor”, como “arquitecto de un sonido que marcó generaciones”.
“Don Rafael Ithier le sirvió a nuestro país con su genio musical. Su aportación cultural trascendió generaciones. Mientras muchos comentarán, con mucha razón, sobre su talento musical, para mí su mayor contribución fue crear el concepto de El Gran Combo, una organización que se convirtió en nuestro embajador musical, llevando la identidad cultural puertorriqueña al plano internacional”, destacó el doctor Raymond Torres Santos, compositor, director, pianista y profesor en el recinto de Long Beach de la Universidad Estatal de California (CSU).
Para el sociólogo, comunicador y autor del libro la “Historia de la Salsa”, Hiram Guadalupe, Ithier Natal es y será una “referencia obligada en la aportación de la narrativa del sonido del Caribe en la última mitad del siglo 20 hasta hoy día”.
Guadalupe, quien trabajó por años al lado de la llamada “Universidad de la Salsa” para producir las biografías de la agrupación salsera, detalló que el legado de Ithier Natal es inumerable, pero él lo divide en tres dimensiones: la artística, la humana y la empresarial.
Desde el lado artístico, Guadalupe señaló el ritmo y la musicalidad sonora de El Gran Combo, con una fórmula intacta por 63 años que preserva el sello de ser netamente puertorriqueño y que suena igual en cualquier rincón del mundo.
“Ithier era autodidacta y aceptó el reto de dirigir una nueva agrupación, que es lo que le piden los muchachos, distinto a lo que hacía Cortijo y su Combo. En eso primeros años hay que darle el crédito a (Rogelio) ‘Kito’ Vélez, que fue el arreglista de los primeros discos. Logran crear ese sonido único de El Gran Combo, que no importa quienes pasen por el grupo, suena siempre a El Gran Combo”, enfatizó Guadalupe.
“La hazaña impresionante, que él la tenía siempre bien presente, fue permanecer como una agrupación auténtica y netamente puertorriqueña. El Gran Combo recibió muchas invitaciones de la Fania para que fueran parte de su sello discográfico, y Rafael nunca las aceptó, porque él entendía que era importante esa representación de la música puertorriqueña con un sello puertorriqueño”, afirmó Guadalupe al destacar el valor que Ithier Natal siempre tuvo hacia la preservación de la identidad boricua.
Torres Santos resaltó, además, la sonoridad exclusiva que conservó Ithier Natal para la agrupación. “Creó una empresa musical a emular. Fue un influyente pianista y arreglista musical responsable de confeccionar un sonido singular que distingue a su agrupación: el afinque rítmico, grandes soneros que también bailan, así como la independencia instrumental del trombón sobre las trompetas y los saxofones... (y) sin dejar atrás su atinada selección de canciones emblemáticas que llenaron nuestro pentagrama musical”, sostuvo Torres Santos, quien tuvo el honor de “trabajar junto a él, y siempre lo consideré un gran profesional y un gran puertorriqueño”.
Otra de las aportaciones de Ithier Natal fue operar la agrupación salsera como un modelo cooperativista a nivel empresarial. Esto permite que todos los integrantes reciban el mismo salario, dividido equitativamente. Bajo dicho formato, todos los músicos cobran la misma suma, a excepción de los que tienen más de un rol y/o funciones en la orquesta: estos miembros se benefician de un estipendio adicional.

“Esto de la cooperativa es un diseño de administración que le da la garantía de ser sostenible y sustentable. Ithier implementó ese modelo y le funcionó. Ellos como agrupación, si son 13 miembros, siempre se divide entre un integrante más porque ese es el fondo económico con el que se le paga al reemplazo de un músico si uno de ellos se enferma. Ese fondo extra, aparte, es para eso. Siempre Ithier procuró que todos recibieran un salario y que ellos y sus respectivas familias estuvieran bien”, contó Guadalupe.
En ese sentido, la agrupación que se encuentra en la gira “Salsa Pa’l Mundo Tour”, ha evitado bajas constantes y/o la salida de músicos por más de seis décadas.
Guadalupe aseguró, además, que la equidad que Ithier Natal procuró tener no se limitó al modelo cooperativista, pues visitaba a las familias de los integrantes para saber si estaban bien.
“Don Rafa trataba a sus músicos como familia, y por tanto, fui testigo de eso mientras viajé con ellos. Además, visitaba a las respectivas familias de los músicos de forma aleatoria para saber cómo estaban. Él entendía que las familias de todos tenían que estar bien, porque eso era parte de la proyección y de la equidad de agrupación. Eso no lo hace cualquier director de orquesta. No conozco a ningún director de orquesta que tenga ese espíritu de humanidad con los músicos y sus familias”, señaló.
Todo músico, cantante o aficionado de la salsa que conoció a Ithier Natal sabe que la disciplina, la rectitud y el respeto eran indispensables en los miembros de El Gran Combo. Desde que estuvo en la agrupación de Rafael Cortijo hasta el 1962, recalcó que para trabajar en la industria musical la falta de disciplina era intolerable en su reino.
Ithier Natal profesó e inculcó dichos valores desde el primer día que constituyó El Gran Combo de Puerto Rico junto con Vélez, Cristóbal “Martín” Quiñones, Miguel Cruz, Eddie Pérez, Héctor Santos y Roberto Roena.
Los cantantes Jerry Rivas, Anthony García y Joselito Hernández han resaltado, en entrevistas pasadas, la disciplina y rigurosidad del pianista.
“La disciplina para Ithier fue una clave para mantener la institución musical. Él era el primero en bajar al lobby del hotel a esperar a los muchachos. No toleraba la indisciplina de ningún miembro y eso se ha reflejado en la tarima de El Gran Combo en toda la historia de esta agrupación que ha representado a Puerto Rico en el mundo”, concluyó el sociólogo.
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