

21 de noviembre de 2025 - 10:41 PM

Estados Unidos y Rusia han elaborado un plan para poner fin a la guerra en Ucrania que exige grandes concesiones de Kiev, según una persona al tanto del asunto, incluyendo algunas exigencias que el Kremlin ha hecho repetidamente desde que comenzó la invasión a gran escala hace casi cuatro años.
La persona confirmó que el marco emergente incluye promesas de Moscú de no realizar más ataques, algo que los funcionarios de la Casa Blanca consideran una concesión por parte del presidente ruso Vladímir Putin. Él ha justificado repetidamente la guerra, diciendo que Ucrania es un Estado creado artificialmente por líderes soviéticos. El marco también incluye incentivos económicos para ambas partes.
En otros acontecimientos, el jefe del Estado Mayor Conjunto ruso, el general Valery Gerasimov, anunció que las fuerzas de Moscú habían tomado el control total de Kupiansk, en la región ucraniana de Járkiv, aunque también dijo que algunas fuerzas ucranianas permanecían en la ciudad.
El Estado Mayor de las fuerzas armadas de Ucrania negó las afirmaciones de Gerasimov y dijo que las fuerzas de Kiev mantienen el control de Kupiansk.
El secretario de Estado Marco Rubio y el enviado especial estadounidense Steve Witkoff han estado trabajando discretamente en el plan de paz durante un mes, recibiendo aportes tanto de ucranianos como de rusos sobre términos aceptables para cada bando, indicó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
El presidente estadounidense Donald Trump ha sido informado sobre la propuesta y la apoya, agregó.
“Es un buen plan tanto para Rusia como para Ucrania, y creemos que debería ser aceptable para ambas partes. Y estamos trabajando arduamente para lograrlo”, expresó Leavitt.
El impulso más reciente del gobierno de Trump para alcanzar la paz ha aumentado la presión sobre el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, quien está organizando las defensas de su país contra el ejército ruso, de mayor tamaño; visitando a gobernantes europeos para asegurar que sigan apoyando a Ucrania y lidiando con un fuerte escándalo de corrupción que ha causado indignación pública.
El secretario del Ejército estadounidense, Dan Driscoll, también estuvo en Kiev el jueves para dar un nuevo impulso a los empeños por la paz y evaluar la realidad sobre el terreno en Ucrania. Zelenskyy confirmó que se reunió con Driscoll y “habló sobre opciones para lograr una paz real”.
“Nuestros equipos — de Ucrania y Estados Unidos — trabajarán en las disposiciones del plan para poner fin a la guerra. Estamos listos para un trabajo constructivo, honesto y rápido”, escribió en una publicación en la red social X.
La oficina de Zelenskyy también indicó en un comunicado que el presidente ucraniano esperaba hablar con Trump en los próximos días sobre oportunidades diplomáticas.
A medida que surgieron informes sobre el plan de paz diseñado por Rusia y Estados Unidos, los diplomáticos europeos, tomados por sorpresa, insistieron en que ellos y Ucrania deben ser consultados.
Los gobernantes europeos ya se han sentido alarmados este año por los indicios de que el gobierno de Trump podría estar haciéndolos de lado a ellos y a Zelenskyy en su intento por detener los combates. El enfoque a veces conciliador de Trump hacia Putin ha azuzado esas preocupaciones, pero Trump adoptó una línea más dura hacia Moscú el mes pasado cuando anunció fuertes sanciones al vital sector petrolero de Rusia, las cuales entran en vigor el viernes.
“Para que cualquier plan funcione, necesita tener a bordo a los ucranianos y europeos”, afirmó la jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, al inicio de una reunión en Bruselas de los ministros de relaciones exteriores del bloque de 27 naciones. “No hemos oído hablar de ninguna concesión por parte de Rusia”.
El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Johannes Wadephul, indicó que habló por teléfono el jueves con Witkoff y el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, para conversar sobre “nuestros diversos esfuerzos actuales para poner fin a la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y así finalmente acabar con el inconmensurable sufrimiento humano”.
Se desconoce si los cancilleres han visto el plan de paz, que fue reportado por primera vez por la empresa noticiosa Axios. El plan fue elaborado por enviados de Estados Unidos y Rusia, y se dice que incluye forzar a Ucrania a ceder territorio, una perspectiva que Zelenskyy ha descartado.
Los empeños diplomáticos del gobierno de Trump este año para detener los combates no han dado resultado hasta ahora.
La propuesta, que aún podría cambiar, exige en parte que Ucrania ceda territorio a Rusia y abandone cierto armamento, según la persona familiarizada con el asunto, que había sido informada sobre los contornos del plan pero no estaba autorizada a comentar públicamente. También incluirá la suspensión de parte de la asistencia militar crucial de Estados Unidos.
Dentro de la propuesta, Rusia recibiría el control efectivo de toda la región oriental del Donbás, el corazón industrial de Ucrania, compuesto por las regiones de Donetsk y la vecina Luhansk, aunque Kiev todavía controla parte de ella. Putin ha dicho que la captura del Donbás es el objetivo clave de la invasión.
Witkoff y Kirill Dmitriev, un asesor cercano de Putin, han desempeñado un papel clave en la redacción de la propuesta, según la persona.
Pero un acuerdo de paz que requiera que Kiev entregue territorio a Rusia no sólo será profundamente impopular entre los ucranianos, sino que también será ilegal bajo la Constitución de Ucrania. Zelenskyy ha descartado repetidamente tal posibilidad.
Mientras tanto, el enviado especial de Trump a Ucrania, el general retirado Keith Kellogg, ha informado a la Casa Blanca que dejará su puesto en enero, según un alto funcionario del gobierno de Trump que solicitó guardar el anonimato para poder hablar sobre el movimiento, que no ha sido anunciado formalmente.
Kellogg, quien fue nombrado inicialmente enviado especial para Ucrania y Rusia durante el periodo de transición antes de que Trump asumiera la presidencia, desempeñó un papel menos destacado a medida que Witkoff —un desarrollador inmobiliario convertido en diplomático— emergió como el principal interlocutor del presidente con Putin y sus asesores.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, señaló el jueves que “no hay consultas como tal actualmente en curso” con Estados Unidos para poner fin a la guerra en Ucrania.
Aunque los diplomáticos europeos parecían tomados por sorpresa, los elementos reportados del plan no eran nuevos. Trump dijo el mes pasado que la región del Donbás debería ser “dividida”, dejando la mayor parte en manos rusas.
Los diplomáticos de la UE han acusado a Putin de no ser sincero, al asegurar que quiere la paz pero se niega a comprometerse en las negociaciones, y a la vez sigue impulsando la guerra en Ucrania.
Kallas, la jefa diplomática de la UE, reprendió a las fuerzas de Putin por continuar atacando la infraestructura civil en Ucrania, un día después de que un ataque en la ciudad occidental de Ternopil dejara 26 muertos y 93 heridos. Aproximadamente dos docenas de personas siguen desaparecidas.
Kallas sostuvo que “si Rusia realmente quisiera la paz, podría haber acordado un alto el fuego incondicional hace ya algún tiempo”.
Trump ha dejado de enviar ayuda militar directamente a Ucrania, y los países europeos han asumido la responsabilidad, adquiriendo armamento a Estados Unidos para entregarlo a Ucrania. Eso le ha dado a Europa influencia en las conversaciones para poner fin al conflicto.
En un video publicado por el Kremlin, Gerasimov le dijo a Putin —quien asistió a la reunión vestido con uniforme de combate— que las fuerzas rusas habían tomado Kupiansk y que continuaban “destruyendo fuerzas ucranianas rodeadas en la margen izquierda del río Oskil”.
Indicó también que los soldados rusos habían tomado el 80% de la ciudad ucraniana de Vovchansk, también en la región de Járkiv, y el 70% de la ciudad intensamente disputada de Pokrovsk, en la región de Donetsk.
El ejército ucraniano negó todas las afirmaciones de Gerasimov. En un comunicado emitido el jueves por la noche, el Estado Mayor señaló que Kupiansk permanecía bajo control de Kiev y que se estaba trabajando para eliminar la presencia enemiga en la ciudad y sus suburbios.
La ciudad de Kupiansk y los territorios aledaños estuvieron bajo ocupación rusa desde que Rusia invadió en febrero de 2022 hasta septiembre de 2022, cuando las fuerzas ucranianas llevaron a cabo una rápida operación ofensiva que desalojó a las fuerzas del Kremlin de casi toda la región de Járkiv.
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