Pese a que es una empleada de confianza adscrita a su oficina, el comisionado electoral del Partido Nuevo Progresista (PNP), Aníbal Vega Borges, dejó este jueves en manos de la presidenta alterna de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), Jessika Padilla Rivera, cualquier acción contra la funcionaria que admitió haber divulgado información confidencial de la abogada Mayra López Mulero.

“La presidenta de la CEE tiene todo el poder en ley para realizar el proceso que entienda correspondiente. Nosotros avalamos cualquier gestión conducente a mantener la transparencia de la Comisión y de cualquier otro procedimiento u organismo del gobierno que sirva al pueblo de Puerto Rico”, indicó Vega Borges, mediante un comunicado de prensa, a pesar de que desde tempranas horas de la mañana se le ha solicitado una entrevista y no ha contestado su teléfono móvil.

Destacó que el miércoles, en una reunión del pleno de la CEE, avaló el que se investigara la denuncia hecha por López Mulero respecto a la filtración de datos personales, entre los miembros de un chat en una plataforma de mensajería, un día después de efectuar un trámite en una Junta de Inscripción Permanente (JIP). Afirmó que fue un integrante del chat –supuestamente de militantes del PNP– quien le alertó de la divulgación, y adelantó que presentaría querellas formales.

“Seguimos totalmente enfocados en nuestro trabajo, que es garantizarle al electorado progresista y en general, un proceso claro, transparente, justo y eficaz el día 5 de noviembre”, comentó el comisionado electoral del PNP.

Las expresiones de Vega Borges se producen luego que Padilla Rivera indicara esta mañana, en varios medios de comunicación, que una empleada de confianza de la CEE –que no identificó– había admitido la divulgación de los datos electorales de López Mulero, y anticipó que habría “consecuencias” porque se trataba de un “delito grave”.

El Nuevo Día aguarda por una petición de entrevista a Padilla Rivera.