Cuando el fragor cotidiano y la urgencia inundan nuestro acontecer, resulta propicio hacer la necesaria pausa para poner en perspectiva las metas y prioridades que deben animarnos para modelar el futuro de Puerto Rico. Esta Semana Santa, que conmemora el mundo cristiano, inspira ese momento de reflexión sobre los temas pendientes y anhelos de los puertorriqueños.