La histórica residencia de trascendencia mundial que presenta Bad Bunny este fin de semana en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot ha recibido excelentes críticas por parte de los primeros 30,000 asistentes que llenaron las dos primeras funciones para un total de 30 conciertos en la isla.

A juzgar por lo vivido y reseñado por los fans del Conejo Malo el evento, denominado, “No me quiero ir de aquí”, ha cumplido con todas las expectativas que la estrella internacional tiene acostumbrados a sus fanáticos y a los que se suman por primera vez a presenciar un concierto de Bad Bunny.

No obstante, más allá de realizar largas filas en y dentro del choliseo por las diversas experiencias que se ofrecen, en las redes sociales han habido comentarios y quejas sobre los asistentes que compraron boletos en el nivel principal frente al segundo escenario que recrea la casa de campo en la que se grabó el cortometraje de “DeBÍ TiRAR Más FOTos”, ya que estos no tienen visibilidad hacia la tarima principal que representa una zona montañosa del terruño borincano.

La casa rosada es la tarima secundaria del artista y la producción colocó unas pantallas para que los asistentes en esa zona de nivel principal puedan ver el espectáculo que dura tres horas.

Esos boletos en esa sección son de visión limitada, aunque luego en el show son de los mejores asientos al tener al artista sumamente cerca.

Jorge Pérez, gerente regional de ASM Global, la empresa que administra el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot, aclaró lo que representa adquirir boletos de visión limitada.

El área que ubica la casa rosada, -donde en las dos funciones de viernes y sábado se presentaron Lebron James, RaiNao, los Pleneros de la Cresta y Jhayco,- comprende unos 300 asientos que tienen visión limitada. Las filas de asientos más bajas poseen menos visión.

“Las quejas que han surgido son de personas que no están sentadas en esa zona detrás de la casa. Son 300 asientos que quedan detrás de la casa. Son boletos que se abrieron, el viernes y el sábado en nuestra boletería. Tienes que ir físicamente porque nuestro personal te explicaba específicamente y claramente que quedabas en un área de visión limitada. Voluntariamente tú lo comprabas o no. Así que no fue una sorpresa para las personas que estaban ahí porque se les notificó antes de completar la transacción”, explicó Pérez.

De igual forma, en el website de Ticketera los boletos con visión limitada son especificados antes de la compra.

Hasta el momento, Pérez indicó que el personal del Choliseo no recibido quejas oficiales sobre el particular de parte de los asistentes de esa zona detrás de la casa rosada.

“Esa venta se hizo el viernes a horas antes del espectáculo. Se vendió todo porque las personas iban a la boletería y antes de completar la transacción se les explicó claramente que iban a tener esa visión limitada. Las personas compraron libre y voluntariamente encantados de la vida. La mayoría de los fans con tal de estar ahí, dentro del choliseo, las compraron. En una parte del show son los mejores asientos porque el artista se nueve al ‘Stage B’ del espectáculo y canta muchas canciones desde el techo de la casa", sentenció Pérez.

Fue desde ese escenario de la casa rosada que apareció el estelar jugador de la NBA, Lebron James.

Pérez no pudo adelantar si la producción del concierto a cargo de Move Concerts y Noah Assad Presents van a abrir una nueva venta de boletos previo a los días de funciones como sucedió el pasado viernes, 11 de julio, a horas antes del inicio de la residencia musical.

Lo cierto es que los conciertos estaban pautados para una asistencia de 14,000 personas, al realizar los ajustes del montaje se sumaron 1,000 boletos extras para un total de 15,000 personas por función. Una vez culmine la residencia la asistencia total sería de 450,000 personas.